Hace un tiempo, no sé exactamente de dónde, descubrí una noticia que más o menos, decía así:
"Mujer muere emulando el libro 50 sombras de Grey".
Desde que salió ese libro publicado, las mujeres no saben hablar de otra cosa, pero, no solo buscan a alguien como Grey, si no que, le haga lo mismo que a Anastacia.
No me he leído el libro, he de dejarlo claro, pero, gracias a Norman Jean (la revista, no Marilyn) sé sobre qué va el libro. Y, se puede resumir en una palabra, o, más bien, en las siglas de varias BDSM, o, un intento de ello.
El BDSM, es un conjunto de varias palabras.
B: Bondage (Bondage) Quemadura (Branding)
D: Dominación (Dominance) Disciplina (Discipline)
S: Sadismo (Sadism) Sumisión (Submission)
M: Masoquismo (Masochism)
Y la triología, tiene por consiguiente, el siguiente resumen.
Chica veinteañera que le da miedo el sexo, ve como un hombre de en sueño la corteja.
Chica decide dejar su estrechez sexual a un lado, para consentir todo lo que le hace el hombre pero descubre, que el hombre no es el de mete/saca de toda la vida.
Pero lo que la gente no sabe, es que a Anastacia le hace falta un buen psicólogo y que el señor tan deseado, es machista, retrógrado y ególatra.
Nunca se me ha dado bien criticar nada, y menos si se trata de un libro o una película, pero, lo que quiero explicar, aunque sea por encima, es, el BDSM o, mi participación en ese mundo.
A los 14 años, por curiosidad, por que era la Tipo, o por que, sencillamente, me sobraba el dinero, me compré un libro "Mundo Gótico" el cual intentaba explicar la subcultura de este mundo.
Mientras ojeaba el libro, montada en el coche junto a mi tío, para volver a casa, me fijé en que, el capítulo 5, hablaba de algo que yo no entendía y que nunca, había escuchado hablar sobre los góticos. El BDSM.
>>Dar a aclarar,que el escritor introdujo el BDSM en el libro por que la ropa, la música he incluso la literatura, tenía cierto parecido con el BDSM.<<
Esperé a llegar a casa, para leer ese capítulo, de hecho, fue lo primero que leí del libro, puesto que, me daba vergüenza, que mi tío me viera leyendo algo sobre sexo.
Leí las 44 páginas que hablaba de ello, sorprendida, y me enamoré de las fotos que mostraba el libro sobre el BDSM, haciéndome descubrir a Bettie Page y Dómina Zara.
A medida que pasaba el tiempo, empecé a juguetear con ello y, pasados los 15, mi abuelo y mi tío en conjunto, decidieron ponerme Internet en casa.
Esa fue mi perdición.
He practicado el BDSM en conjunto, y puedo mostrarme orgullosa, y, sin ningún reparo, al decir que, he practicado secciones de BDSM con desconocidos a los que descubría por Internet.
He sido sumisa y dómina en distinto juegos sexuales, de echo, mi gran amigo Pedro (es el nombre que utiliza para esto) me bautizó como Switch (persona que practica ambos roles.)
Yo, incluso, creé mi propio personaje "Melissa." Personaje que creé, para un cuarentón Gaditano que quería venir a Sevilla solo un día para tener una sección conmigo.
Lo que quiero explicar, con todo esto que estoy contando, es que, cualquiera, sin darse cuenta, ha echo algo de BDSM en un acto sexual, que, es lo más normal del mundo y sobre todo, que 50 sombras de Grey, no es una buena introducción para comenzar en este mundo.
Todos experimentamos alguna vez que otra, en cualquier cosa por muy absurda que sea, pero, sobre todo, las parejas que llevan bastante tiempo juntas, tienden a buscar nuevos hábitos sexuales para no apagar la magia de la relación.
Me han atado, me han pegado, quemado con velas y amordazado.
He mandado a hacer infinidades de cosas, algunas incluso, absurdas. He quemado, atado y, he pegado a otras y puedo decir que, aunque esté mal visto, cada día hay más personas que buscan ayuda de profesionales, para saber qué cosas se pueden llegar a hacer con el BDSM, y sobre todo, cada vez hay más personas, que se interesan por dedicarse a esto profesionalmente.
En Barcelona, hay Mistress (Mujeres Dominantes) que llegan a ganar 300 euros la hora.
Todo se trata de un juego de Rol, el cual, puedes practicarlo con tu pareja (seas hetero, homo, bi, trans, perro o gato) y, en el cual, os podéis cambiar de vez en cuando pasando de ser de dominante a sumiso, cada media hora.
Lo importante es poner límites, y decidir qué palabra es la clave para parar el juego, (se tiende a decir Piedad, seguido de un por favor.)
Empezar despacio, sobre todo estando documentados, y no sentirse bichos raros por hacer esto.
Todas las secciones de BDSM profesionales, o decididas a través de Internet, son escritas sobre un papel, como una especie de contrato, quedando así claro, qué cosa quiere hacer cada uno.
Estamos en el siglo XXI, donde tenemos un gran avance de todo aunque, el sexo siga siendo tabú, pero, ¿qué queréis que os diga?
Despojaos del hábito y dejad que el BDSM se os acerque. Descubriréis un nuevo mundo.
