Redes sociales







martes, 6 de agosto de 2013

Thin


Mi hijo es, lo es todo. Mis hijos lo son todo para mí.
Yo decidí traerlos al mundo, son niños inocentes.
Cuando Josh tenía dos años, lo utilizaba para alimentar mi trastorno.
Toda las noches; tengo que bañar a Josh, tengo que bañar a Josh, tengo que bañar a Josh; lo metía en la ducha, y le daba todos sus juguetes para que jugara con ellos mientras yo vomitaba.
Eso es penoso, asqueroso.
Perdí a un hijo por la bulimia, aborté. En eso se convierte la vida.
No veo la tele, no he visto películas, no tengo amigos.
Lo único que tengo en la vida, es esto.
Me subo a la báscula, me bajo de la báscula, me subo a la báscula, me bajo de la báscula, salgo y corro, vuelvo, me subo a la báscula, me cambio de ropa interior siete veces antes de salir de casa. Me cambio de ropa una y otra vez, a las dos en punto de la mañana.
Es lo único que importa. Es penoso. Penoso.


Intento que nada me vuelva loca. Creo que, lo estoy consiguiendo.
Sólo tengo que dejar que todo fluya.

No hay comentarios: