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domingo, 1 de septiembre de 2013

Mi primera vez.


Mi primera palabra. Chocho. Ya después, al paso de las horas, comencé a intercambiar chocho por puta y, después a decir las dos a la vez.

Mi primer mejor amigo: Nohemí, la chica del bar en donde me crié. No había día que no estuviera con ella.

Mi primera mascota: Un hamster llamado gordo.

Mi primer profesor de la primaria: María Luisa, que estuvo hasta tercero con nosotros porque quería continuar dándonos clase hasta su jubilación. Fue al entierro de mi madre y todo.

Mi primera persona a la que escribí hoy: A F, quejándome de lo mala que me he levantado hoy.

Mi primer coche: Propio no tengo, familiar, fue un Mercedes de los setenta.

Mi primer teléfono móvil: Un alcatel, con la carcasa de Winnie the poo.

Mi primer miedo: Los fuegos artificiales. Ya después descubrí que había fuegos artificiales para el día, llamados cohetes, y me cagué en el chino que inventó la pólvora.

Mi primer novio: Fue en la preescolar. No recuerdo su nombre, pero, para subir al tobogán, a mí me pedía besos mientras que, a otros, les pedía tierra.

Mi primer beso: Esto es gracioso. Fue en el prescolar, antes del chico del tobogán. Era como un tapón de corcho anoréxico. Yo siempre fui muy alta y él era demasiado bajo. Me daba besos en la boca de puntillas mientras yo me quedaba quieta. Al final se subió al báter, porque estábamos en el baño.

Mi primer amor. Una chica con las iniciales CM, de primaria. Me dejó muy tocada.

Mi primera cosa de valor: Cuando mi madre me compró el Nacho Crece Crece por navidad sin haberlo pedido. Fue la jodida cosa más grande del año.

Mi primer trabajo: Se podría decir de enfermera en casa, cuidando de mi abuelo. Yo le ponía las inyecciones, le curaba, le echaba el suero en los ojos y me encargaba de todo lo que tuviera que ver con la bombona de oxígeno. Mi abuela me daba a la semana tres euros por la ayuda.

Mi primera vez fuera del país: En Portugal hace 8 años, donde mejor me lo pasé. Parece que sí, pero en realidad no entienden tanto el español como se cree. Me encantaban como hacían el intento de entenderte.

Mi primera vez en el verano de 2013 (añadido por mí, para así no desperdiciar la verdadera actualización); La madre de F, me dijo, al oírme decir que me echaba hielo en el café que, lo tendría que hacer mejor del propio café, así que, ahora que empieza septiembre y que estoy mala con la garganta, me he hecho cubitos de café helado.
Mañana, además de echarlo en le café, probaré a chupar uno, a ver qué tal está.


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