He venido hace un ratito del campo de mi tío.
He ido con mi tía a visitar el cementerio y el guarda nos ha dejado encerradas.
A mi tía le a entrado un ataque de pánico y yo me he quedado observándola.
Cuando pudimos salir de allí, fuimos a buscar al guarda al bar, donde nos pidió perdón miles de veces, y me invitó a un coca cola y patatas fritas. Mi tía se pidió un café (eso, para calmar los nervios)
Me lo he pasado muy bien.
Ha sido una buena tarde.
Recordatorio: Dejar de vaguear y pasarme por los blogs.
1 comentario:
Publicar un comentario