Redes sociales







domingo, 28 de agosto de 2011


La llegada del verano, hace que los planes se deshagan. Todo el mundo ha dicho alguna vez lo típico de: “Cuando llegue el verano, nos vamos a ir todos juntos a la playa y a la piscina. E iremos al festival de música, y a tal concierto.” Y después, pasa lo que pasa, que llega el verano y al final ni concierto ni playa ni ná.
Pero, al fin y al cabo, el verano está para eso. Está para no hacer nada, estar todo el día jugando a los videojuegos con algún aparato eléctrico que de aire fresco, comer lo que se te apetece sin recordar dietas y quejas absurdas, acostarte a la hora que quieras sin pensar en lo que tienes que hacer mañana, levantarte más tarde de lo acostumbrado sin necesidad de pensar que tienes que ir a tal sitio a tal hora, quedar con los amigos cuando cae la noche, y no recogerte hasta no ver los primeros rayos del alba, sudar como nunca antes lo habías echo y pensar que te vas a deshidratar, beber cada dos minutos grandes cantidades de agua, probar toda clases de helados y repetir los que más te gustan, ver más películas que de costumbre, aburrirte y quedarte dormida de aburrimiento, ordenar y limpiar cosas que jamás hubieras pensado hacer, hacer fotos como sí no hubiera un mañana, encontrar al amor de verano, acordarte de los que fueron y los que ahora no son…
Pero, llega un momento, en el que siempre es la última semana de agosto que te hace pensar que ya está aquí septiembre y que volverás a la rutina.
Por comodidad o porque me acostumbro a las cosas, la rutina nunca se me ha dado nada mal. Ha habido veces en la que he tenido que ir al médico, y, preferir ir al instituto porque el médico no entraba en mi rutina.
Por eso me gusta septiembre, no solo porque se empieza el nuevo curso sí no, por las cosas que se planean que sabes que van a suceder.
1· Presentarme a los exámenes de septiembre.
Intentar aprobarlos, aunque no valla con muchas ganas de hacerlos.
2· Cortarme las puntas y hacerme las mechas y plumas de rubio platino. Además, el flequillo ochentero como el de los Rockeros .
El platino me encanta. Nunca me ha atraído el rubio, pero, el pelo blanquecino me ha fascinado de pequeña. Además, la idea del flequillo más que nada es por comodidad, ya que, si tengo el pelo suelto, todo se me viene hacia la cara, además de que, cuando los risos se me encrespan, se me caen y pierden el volumen. El flequillo, haría lo contrario. Daría voluptuosidad al pelo y no se me encresparía tan rápido.
3· Empezar el módulo de caracterización.
Aunque en la solicitud que eché me aceptaron para dos (caracterización y artes gráficas) me decanto más por ese. Eso de maquillar sea a quien sea, y crear miles de bases con solo dos colores me encanta. Y mientras, a esperar que apruebe el examen de septiembre para que me den la prueba de acceso al grado superior.
4· Ir al circo del sol.
Ya tengo planeado la fecha en la que voy a ir, con quien, el dinero de las entradas, el asiento que quiero, y la persona que me llevará.
5· Ir a ver la obra de teatro Carmen.
Lo mismo que con el circo. Todo, absolutamente todo planeado, además, con suerte, gracias a algún amigo de Mary, nos salen las entradas por la mitad.
6· Y lo más importante. Comprar de una vez la camiseta de los Lakers para el cumpleaños de F.
Además de hacer las 5 pulseras con chapas que regalaré por los cumpleaños.
7· Comprar el Cd de Burdel King.
No solo porque Txus haya grabado un disco como cantante, que, desde que le oí cantar en Mago de Oz, siempre quise que grabara un disco en solitario, si no por los recuerdos que conlleva tener algo entre las manos de él. Además, que la canción que ha adelantado no suena mal.
8· Insistir en la celebración del cumpleaños de F en Isla Mágica.
No solo porque haya pasado dos años desde la última vez que fui sí no, por la compañía.
Planes para ir digiriendo septiembre. Sin duda, los mejores planes de todo el verano, sí incluimos septiembre como tal.

1 comentario:

Furia Tarsartir dijo...

A ver si consigues todo lo de esa lista ^^

Besitos!!