#146 Los chicles me dan fatiga. Me encantan, lo admito, pero
me dan fatiga. Por ello mantengo el chicle en la boca poco tiempo, porque si no
me da sensación de fatiga.
#147 Por muy bien que hagan la cama, si no la hago yo, no puedo dormir. Soy muy metódica
con ello. Estiro muy bien las sábanas o mantas, depende de lo que ponga, meto
muy bien lo sobrante por el somier y aplasto las almohadas, pues uso dos, hasta
ponerla totalmente recta.
#148 Doy por hecho que,
todos conocen mi fobia hacia las escaleras pero, he de aclarar que, al vivir 19
años (dentro de poco 20) en un mismo edificio, las escaleras de mi bloque no me
dan miedo. Pero cuando llevo gafas cambia la cosa.
Cuando llevas lentillas,
aunque sea un día, o poco tiempo, te las quitas y automáticamente te pones las
gafas, ves las cosas muy distintas. Al llevar varios años ya con las lentillas,
cuando llevo las gafas y tengo que bajar las escaleras, me vuelve la fobia,
puesto que veo los escalones distintos. Al tener que bajar, además de ponerme a
temblar, me quito las gafas y las bajo con mi gran dioptría. Prefiero no ver
nada, a verlo todo raro.
#149 Empecé a beber a los
trece, como casi todos los adolescentes y la verdad, es que nunca me he
emborrachado, como máximo, he cogido el puntillo.
Por mucho que haya intentado
beber, no consigo emborracharme (ni tampoco lo deseo) pero lo que sí me sucede,
es que el alcohol acaba con mi energía y me agota totalmente, dejándome cansada
durante media hora. A la media hora, se me pasa.
#150 Odio con todo mi alma, mi ser y mi corazón, que me toquen las
piernas. Más de uno/a se ha llevado una hostia por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario