Redes sociales







miércoles, 1 de mayo de 2013

¿Criarte con padres significa ser menos independiente?


Hace escasos veinte minutos, me peleé con un chico por tumblr, porque cortó una foto que yo edité y ni siquiera, después de mostrarle la foto editada entera - está compuesta por tres partes -, entra en razón.
La cosa es que, mientra esperaba su respuesta, estuve ojeando varias cosas que escribí hace tiempo, y, encontré  lo siguiente.

¿Criarte con padres significa ser menos independiente?

Escribí eso, a los dieciocho, al comparar en unas vacaciones familiares, cómo era la vida de mi primo con su madre, y la mía, sin ella.
Decir a su favor que, la muerte de sus abuelos, la entrada a bachillerato, el alcohol de los fines de semana y, el gimnasio  han hecho de mi primo, un poco más hombre y, ha dejado completamente el niño que era cuando tenía diecisiete o dieciocho recién cumplidos en esas vacaciones.

Una vez leí en un libro de Lucía Etxebarria que, el madurar, te lo proporciona la vida y, con ello, el ser independiente.
Yo aprendí a hacerlo todo sola, al fallecer mi madre.
De un día para otro, me vi distanciada de mi familia paterna, y en una casa con un tío depresivo, otro, que trabajaba demasiado y dos abuelos, cada vez más hundidos.

La muerte siempre ha sido un tema tabú en casa, - aunque en esta llegara a morir cinco personas - así que, mi abuela, me mandó a vivir con mi tía.
Fue un mes raro. Dejé de ir al colegio, y lo único que hacía era comer, dormir, y pasear un rato al perro de mi tía por el parque, hasta que, pasado el mes, por fin pude volver a ver a mis abuelos, con la consiguiente de, aprovechar para suplicarles que me dejaran volver a casa.

Pero la situación cambió. Al estar un mes conviviendo con gente con la que me sentía insegura, - a excepción de mi tía con la que siempre me he llevado bien - me cerré en mí y, como muchas veces he contado, comencé a hacerlo todo sola, con solo 7 años.
En ese verano, comenzó mi madurez, así como mi independencia.

Al paso del tiempo, fui leyendo cada vez más y comparé mi  vida, con la que Lucía contaba en un libro y, me percaté de, que aunque no contaba con sueldo propio puesto que no tenía edad legal para trabajar, era responsable de mis actos, así como de mis estudios - aunque nunca me fueran bien - y de mis acciones, llegando a diferenciar, según por lo que veía o, lo que mi abuelo me explicaba, el bien y el mal, desde muy pequeña.

Hace poco leí que, Allegra, la hija de Lucía Etxebarria, con solo 8 años, era capaz de hacer, desde muy pequeña, cosas que alguien, al que nunca le haya pasado nada, no aprende hasta los quince.

Allegra sabe cocinar, hace los deberes solas, inclusive su revisado, y las dudas, y por supuesto, se ocupa de su habitación, así como de su limpieza y su organización.
Elige su propia ropa, tanto en las tiendas como la que se va a poner para salir, cosa que, es casi imposible ver en un niño. Además, por si fuera poco, va sola al colegio.
Lucía explicó que, en el caso de encontrarse ella indispuesta o, por cualquier circunstancia, tuviera que marchar a un lugar donde por cualquier norma, no pudiera llevarla, su hija sería capaz de quedarse sola en casa, sin correr ella, algún peligro.
Esto demuestra que, la educación que ha recibido, convierta en la niña, en independiente, pudiendo así llegar a ocuparse de las tareas que conlleva una casa.

Esta teoría, contradice totalmente a mi yo de dieciocho años, y, como se intenta demostrar día a día en miles de periódicos, libros,revistas y tantos otros medios, lo que necesita un niño es, educación desde muy pequeño pero, sobre todo, a padres que sepan educar.

Foto de Lucía Etxebarria con Allegra en Mallorca, editada por mí.

No hay comentarios: