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martes, 13 de agosto de 2013

Angustia




Inclusive yo, inquieta y despiadada, murió una noche por ti,
al no saber, cómo era la continuación del problema.
Causando múltiples destellos en la devoción, surgida en mí, como un canto en la mañana.
¿Por qué sucede esto? Nadie se apiadó de mí cuando pasó.
La habitación se llena con olor a perfume de vainilla.
Siempre lo odié.
En la mañana, el despertar se hace eterno.
Y la noche, pasa tan lenta y desesperante, que me ahogo en mí.
Llámame Sally, no seré S nunca más.

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