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domingo, 20 de octubre de 2013

Cosas que no te cuentan cuando eres chico. Las lentillas.

Cuando la gente se ducha, cantan o, por lo menos, la mayoría pero, yo no canto, si no que pienso.
A raíz de eso, se me ocurrió escribir una sección para el blog llamada, 

Cosas que no te cuentan cuando eres chico.


En esta sección, escribiré cosas, siempre desde mi opinión, por supuesto. Esas cosas, será algo que supuestamente te tienen que contar de pequeño, pero que no lo hacen.
La primera cosa, el uso de lentillas.

A los nueve, o diez años, después de estar desde los seis sin ver la pizarra por mucho que me acercara a ella, decidieron por fin los oculistas ponerme gafas.
Desde el primer momento en el que por fin tuve gafas, siempre había alguien que me decía que, dentro de muy poco tiempo, podría usar lentillas, aunque yo no estaba muy de acuerdo con ello.
A los quince años, mi tío me empezó a dar la vara, con que me pusiera lentillas, así que accedí, no estando muy de acuerdo.
Cuando estuve un mes con las lentillas, descubrí que, aunque eran un poco molestas a la hora de poner, la visibilidad y la comodidad eran sorprendentes.
El 19 de Agosto, después de volver de el Bosque (no el bosque de bosque, sí no el pueblo de Cádiz) fui al médico por el tremendo dolor que tenía en el ojo derecho desde el domingo.
Me dijo que, tenía una herida en el ojo, provocada por la lentilla y que, aunque no era grave, sí no me echaba lágrimas artificiales y, durante un mes, me seguía poniendo las lentillas, podía quedarme ciega del ojo.

· Entre los cinco y los siete años de uso de lentillas, puede salirte una úlcera corneal.
El ojo necesita oxígeno, es por eso que, a veces, vemos unas venas alrededor de éste.
Cuando se usa las lentillas durante muchas horas y, sobre todo, muchos días, el ojo cada vez se queda más seco, pues, la lentilla, evita que la pupila respire. El ojo seco, además de molestia, provoca pequeñas heridas a lo largo de los años, como la que tuve yo.

· Las lentillas desechables o diarias, no son recomendables.
Sí eres de las que te pones las lentillas para estudiar o para ir a clase, no es bueno que uses lentillas diarias.
Las lentillas diarias tienen un compuesto muy blando que hace que el uso de estas sean escasas, de hecho se estima que el uso de las lentillas desechables están entre las seis y ocho horas.
Al tener ese compuesto, las lentillas diarias dañan más el ojo que cualquier otra y evitan que el ojo respire menos que con otras lentillas y le hace más probable a las infecciones.

· Es malo dormir con ellas.
Eso es un hecho, y todo el mundo lo sabe, pero, ¿por qué? Porque se quedan pegadas a las pupilas y, al quitarlas, el ojo hace como pegamento y, las pega en la pupila. Por ello, te tienes que literalmente, tirar del ojo para sacar la lentilla. Y duele, mucho.

· Sí usas las lentillas entre doce y quince horas, debes de esperar veinticuatro horas a ponértelas de nuevo.
Volvemos al tema de la sequedad del ojo. Sí usas lentillas, durante mucho tiempo, el ojo se seca más de lo normal pero, si vuelves a usarla mucho tiempo durante una semana, tu ojo será más propenso a coger infecciones y úlceras.

· El líquido de lentillas, es malo para el ojo.
Las lentillas que son de un uso más extenso, como las mensuales o las anuales, necesitan un líquido para mantenerlas limpias y en el mismo estado.
El compuesto que lleva el líquido, no es bueno para el ojo, así que, no deberás nunca echarte el líquido dentro del ojo cuando notes algo raro.

· El calor puede dejarte ciego.
Sí las lentillas se calientan, como cuando te quedas dormida, se pegarán a tus ojos y si se pegan a los ojos, pueden causar cosas peores que úlceras.

· Mirar a un lado con el ojo, sin mover la cabeza, puede marearte.
Cualquier movimiento brusco que hagas con la cabeza, puede afectar a la visión y si ya de por sí eres propensa a los mareos, apaga y vámonos.

· Cualquier cosa que te entre en los ojos, son como pinchos calientes clavándose por la yema de tus dedos.
Sea arena, polvo, algo que te estés comiendo, agua incluso, te molestará mucho y te querrás morir. Y como te entre maquillaje, ni hablemos.

· El rímel y los perfiladores de los ojos, pueden marcharte la lentilla.
Al maquillarte los ojos, tienes que tener mucho cuidado porque, además de entrar dentro de los ojos el maquillaje y, molestar durante minutos que parecen horas, si te pintas la lentilla, tendrás que quitártela y volver a empezar.

· No te puedes restregar el ojo, porque te mueves la lentilla y te la quitas.
A veces las lentillas parecen que están vivas y notas como si estuvieran moviéndose pero, NO puedes rascarte el ojo porque si lo haces, moverás la lentilla y te la tendrás que quitar. Tienes que cerrar el ojo y mover el párpado con el dedo hasta que notes que el picor desaparece.

· Tener el ojo húmedo, hace que no veas bien.
Si eres de los que, como yo, tienes un ojo más seco que el otro, a veces te parecerá que ves distinto y además, el ojo húmedo, hará que veas  las cosas borrosas.

· La lentilla se moverá, sí te quedas mirando a algo sin pestañear.
Sí no pestañeas, el ojo se seca y, si se seca el ojo, la lentilla se mueve y, si la lentilla se mueve, te molestará y, si te molesta, te tocarás la lentilla y ella, se caerá de tu ojo.

· El cambio de gafas lentillas, lentillas gafas, hará que no veas bien y te mareará.
Verás las cosas más planas y alejadas, si te pones las lentillas y las cosas más cerca y oblicua, si te pones las gafas, así que, el cambio de visión, te provocará dolor de cabeza y mareos.

· Aunque te hayas puesto bien la lentilla, puede que a las horas te molesten.
Si las lentillas cuajan y se quedan muy bien puesta en el ojo, no tendría que dar problemas hasta que te las quitas, pero no, hay veces que, aunque te las hayas puesto fenomenal, ellas solas se moverán, porque sí, porque son fenomenales.

· Nadie te habla de los contra que tienen las lentillas.
Todo el mundo te dice que son estupendas, que ves genial, que no tienes que estar limpiándolas como las gafas pero, nadie te dice que molestan, que son difíciles de poner, que según tengas hoy el ojo, te costará más o menos ponerlas, que hacen heridas, que te puedes quedar ciego, y todas esas cosas de las que he hablado.

· Nadie te contará sus malas experiencias con las lentillas.
Es un hecho. Por mucho que le preguntes a tu novio, novia, tío, amigo, primo, vecino, compañero de clase, follamigo, a todo el mundo le va fenomenal, nadie te va a decir que le ha pasado algo.

· El oculista no te dirá que las lentillas no son muy buenas hasta que tengas algo serio.
Una vez que está vendido, es cuando te dicen que son malas pero, como ya te has acostumbrado, el oculista sabe que te las seguirás poniendo así que te dice los contra a la vez que te habla de unas lentillas nueva y, como yo, después de haber pasado dos meses y un día de la úlcera, escribirás una entrada en el blog, con las lentillas puestas.
Porque somos así de chachis, y no aprendemos.

1 comentario:

Furia Tarsartir dijo...

Muy chula la sesión, me ha gustado!! Deberías poner enlaces a las distintas sesiones del blog, por si alguien quiere buscar algo en concreto. No se... es una idea.

Un Besito!