Cuando eres chico, existen normales y, desviados, y eso, o
te lo cuentan porque tienen un familiar, un vecino, un conocido, etc. O porque
simplemente, lo ves en algún lado, como televisión o Internet. O porque te lo
explican.
Los transexuales, son bichos raros.
Cuando yo tenía seis años me enamoré de mi compañera de mesa
(llamémosla, Bárbara Mori.)
Bárbara Mori, se sentaba a mi lado izquierdo. Durante todas
las clases, yo la observaba sin parar, pero nunca sabía por qué lo hacía.
Cuando me ponía mala, yo sufría mucho porque no la veía. Inclusive
un día, escribí Bárbara en un folio y, lo colgué en el cuarto de mi madre.
Al llegar a tercero, nos pusieron individualmente y, así
fue, como perdí mi amor hacia Bárbara Mori.
Hasta que no llegué a segundo de ESO, con trece años (creo
que catorce, no sé, no tengo ganas de echar cuentas) no volví a colarme por una
chica del colegio de la clase B (yo siempre fui del A) que, esta vez, estábamos
las dos juntas en el C. Pues bien, (esta se va a llamar Sofía Vergara.) Sofía
Vergara hizo que me deprimiera porque yo estaba segura de mi atracción hacia los
chicos, de hecho, cuando estaba en primero, me enamoré completamente de Tom
Hardy (hoy estoy que me salgo con los nombres.) Tom Hardy era el típico chico
duro de la clase, sólo que él era el más bueno de entre los más malos (creo que
debería de haberlo llamado James Dean o Marlon Brando.)
Cuando repetí segundo, conocí a la famosa Chica X.
Cincuentas encuentros con ella, entre clases, recreos, descansos y
conversaciones de Messenger (qué recuerdos, ¡eh!) me contó que tenía novia y
que se estaba terminando The L Word. Y entonces
yo le dije, ¿y eso qué es? y me pasó el primer capítulo de la serie y,
gracias a Alice y, a unas tres conversaciones con Angy y Melania (la cuál fue
quien me lo dejó claro,) me planté con dieciséis años, tres temporadas de L
vistas y, una orientación, casi aceptada.
Salí del armario, me fue fatal, me volví a meter en el y, no
fue hasta los dieciocho, cuando me acepté, pero dentro del armario.
En general, todo fue mierda.
· Nadie te va a hablar de eso, cuando sientas que te gusta
el otro sexo.
Puede que seas gay, y salgas del armario a los dieciséis (lo
siento, quería hacer una rima) tus padres, o quien sea, pueden que te orienten
y te digan que, igual, te gusta el mismo sexo, pero nunca, te van a decir que,
puede que te guste los dos.
· ¿Por qué nadie habla de ello?
Por incomprensión. El término bisexualidad, se le otorga a
Freud, a raíz de un libro, aunque la culpa se la echan a los griegos, pero, no
fue hasta los ochenta, cuando a Michael Page le dio por crear una bandera y
hacer el tema un poco más sonado, aunque, no fue hasta finales de los noventa,
cuando el término bisexual fue más
sonado, llegando incluso a ser, en el dos mil diez, algo de moda.
· Uno de cada veinte, te comprenderá.
Sea quien sea que tengas cerca y le digas lo que te sucede,
no lo va a aceptar a la primera.
Una vez, caminando con mi tía por el río, escuchamos una
conversación en el que una chica le contaba a otra que, su amigo de toda la
vida, casado con su amiga de toda la vida, se divorció porque su esposa (mujer
siempre me sonó muy machista), se había acostado con una.
¿Conclusión de las chicas? Era una lesbiana oculta.
Por mucho que esa mujer, amiga de toda la vida del ex marido
dijera que era bisexual, sus amigas de toda la vida y, las amigas de toda la
vida de su ex marido (me estoy liando), no lo hubieran aceptado.
· Siempre, siempre, vas a ser el depravado o el que no
se atreve a decir que es gay.
Por mucho que lo intentes, que lo demuestres (como me
pidieron a mí a los diecisiete) o que les hagas un bonito discurso, siempre hay
alguien que no se lo cree y que dice que la bisexualidad la inventó Madonna (¿O
fue la Jolie?) y que con el paso del tiempo, te darás cuenta que no es así, que
te gusta el sexo contrario o que eres un gay reprimido.
· Te pelearás con la mitad de tus amigos.
Fase obligatoria para todo el que haya salido del armario.
Siempre te pelearás con amigos que dejarán de serlo y, te costará la misma vida
estar a gusto contigo mismo, y querrás morir porque tus amigos no te comprenden
y te desprecian.
· Saldrás del armario con todo el mundo, y te
arrepentirás de haberlo hecho.
Ellos se pelean contigo, por un motivo inexistente y
absurdo, pero, la culpa será sólo tuya y querrás volver al armario y no salir
nunca más de el. Cualquier cosa que tenga que ver con temas gays, los
aborrecerás y te despreciarás a ti mismo, por algo que te está pasando.
· Estarás toda la adolescencia, recibiendo quejas y
culpas.
Hagas lo que hagas con tu amiga, el novio te saltará e,
impedirá que estés a solas con ella, que le toques un brazo, o que vayáis al
mercadillo a comprar bragas a un euro. Toda la culpa siempre va a ser tuya,
aunque tú no tengas nada que ver en lo que ha pasado.
· El instituto no es buen lugar para conocerte a ti
mismo.
Puede que descubras que eres bi en el instituto, pero no es
buen lugar para tener una idea completa de ti mismo y de lo que quieres en la
vida. Hasta que no tengas los dieciocho, seas un poco más maduro y, sobre todo,
salgas del instituto, no estarás bien contigo misma.
· Una vez al mes, pensarás en mujeres, aunque no lo
quieras.
Llevamos casi un mes siendo hetero y, estás a punto de salir
con un chico o, intentes tener algo con uno, o ¡coño! Hemos cantado línea y
tenemos novio pues bien, una vez al mes, o una cada dos meses, te acordarás de
las mujeres e irás por la calle mirando hasta las ancianitas sólo porque son
mujeres.
Soñarás que besas a mujeres y que te acuestas con ellas, y
sentirás un deseo incontrolable de ver todas las películas y series gays que
han salido nuevas y escuchar la discografía entera de Tegan y Sara. No querrás
saber nada de chicos y, los penes te darán asco.
· Te sentirás más atraída por las mujeres que por los
hombres.
Cuando salí del armario con mi profesora de Ética, me contó
que, los bisexuales se sienten más atraídos hacia las personas de su mismo
sexo, yo, me indigné porque para mí, todo era igual y mi corazón estaba
dividido en 50% chicos, 50% chicas.
En Julio, mi madre adoptiva me preguntó que qué quería, sí
una novia, o un novio. Yo le contesté que una novia, porque me sentía más
atraída por ellas, más cómoda, más todo.
Me gustaban las películas de amor gays, pero no las hetero,
el único pop que escuchaba (salvo mi gran Cristina Aguilera) era de componentes gays y, de
ellas me gustaba todo, inclusive los pelos en las piernas cuando no se depilan
porque es invierno. Una de cada dos, me gusta, y me pillo bastante rápido por
una chica, en cambio, de los hombres me cuesta verlos más atractivos y uno de
cada veinte, me atrae.
Y después de darle el discurso a mamá Adop; me acordé de lo
que me dijo Nati y, que no hay que pasar
de lo que te dicen tus mayores, porque, tienen razón.
· Ni ligas, ni follas.
Otro tópico. Eres bisexual, follas más, ligas más. Pues no.
Ligas lo mismo y, con suerte, follas. Las mujeres están como una puta cabra, y
los hombres son más sencillos vale, pero eso no significa que lleves un abre
fácil por ser bi, porque además de gustirrinín en las partes bajas porque
estamos en plena acción, queremos una relación serie, y no tenemos una
clasificación de hombres – mujeres, sí no que, los juzgamos por su forma de ser.
· Pensarás que la bisexualidad es un asco.
¿Por qué? Porque sí, porque te gustará alguien, y saldrás
con otro pero, a la vez que sales con el otro, te acuerdas de ella, y te
maldices, porque estás con alguien especial pero te has pillado por la vecina
que entiende y está buena, y entonces te encoñarás, y querrás morir, porque no
sabes qué hacer. Y le echarás la culpa a la bisexualidad.
· Las malas experiencias te harán grande.
Vas a sufrir, y mucho, como cualquier gay, transexual,
queer, hetero. Pero eso te hará crecer como persona. Aunque te desprecien, te
maldigan, te maltraten, te escupan, te digan que eres un despojo humano, saldrás adelante y, te dará igual de cuál sexo será tu próxima pareja porque sólo
querrás ser feliz, con tu familia, tus animales, tus nuevos amigos que te
entienden, y con tu trabajo, aunque no te lleves bien con el jefe.
Porque eso es la vida, palos por todos lados, hasta que
maduras, aprendes de tus errores, de los putadas que te han hecho las personas
de tu alrededor y, sobre todo, te aceptas tal como eres y llegas a decir: Soy
bi, y me da igual lo que pienses.
Gracias a F, a su familia, a mi abuela, a mis actuales amigos, por hacer que me quiera a mí misa y, nunca odiarme por lo que siento.
Antiguos Cosas que no te cuentan cuando eres chico.
Qué es Cosas que no te cuentan cuando eres chico.
Cosas que no te cuentan cuando eres chico es una sección que tengo en mi blog que se me ocurrió cuando tuve una herida en el ojo por las lentillas. Esta sección se basa en una opinión personal que yo tengo sobre algo, que creo que en lugar de haberte contado esto cuando eres mayor, te lo tenían que haberlo contado cuando eres pequeño.
1 comentario:
Leyendo me he acordado de una cosa, que no se si llegue a contártela o no, pero bueno te lo vuelvo a contar si eso.
Cuando tu saliste del armario con 17 (creo... no estoy segura) tu y yo estábamos peleadas, y Esther me contó algo sobre que te habías dado un beso con la señorita J y algo mas... La verdad no recuerdo mucho de ese momento, pero si lo primero que yo le dije a ella que fue -No me sorprende, ya me imaginaba yo a Shere lesbi o bi-
Y es que la verdad que desde que te vi la primera vez ya me imagine algo, pero claro, yo no se lo voy diciendo a todo el mundo xD
La actualización muy bien. Y me alegro formar parte de una de las personas que te apoyan. :)
Xaoo!!
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